Ayer, cuatro mujeres asesinadas en España “por amor”.
Estamos muy mal.
Hay que hacer cosas de fondo.
He oído pedir que se prohíban los culebrones centroamericanos, en los que la mujer es siempre una especie de enredadera en los hombros del hombre poderoso, que es su Amo. Los discursos de amor allí son también irritantes
(“Seré siempre tuya” “Tómame”, “haz de mi lo que quieras”, etc, etc) o sea que no me parece mala idea supervisar esos contenidos.
He oído que hay campañas publicitarias en que se dice que el niño ya es verdugo y la niña ya es víctima, desde pequeños (ver la campaña fotográfica del fotógrafo de Benetton). Bueno... Habría que cuidar esta glorificación del sistema enfermizamente competitivo, considerando que ya en Usa se usa como insulto el llamar a alguien “looser” (perdedor) que enferma especialmente (por tradición) a los niños y les llena de violencia.
Pero la cosa tiene que venir desde mas abajo… desde más atrás.
Comencemos por reformar la enseñanza religiosa..
O, si lo prefieren, deberíamos comenzar por prohibir la religión…
Sé que suena mal. Pero nos basta con acercarnos un poco a cualquier “esencialista” religioso par descubrir que el inicio del odio a la mujer está ampliamente basado en la historia moral de la humanidad dictada por los eminentísimos teólogos desde el inicio del mundo.
Los “seguidores de un solo libro” (Biblia, Corán, Torah) viven incitando al desprecio de la mujer, inadmitida en sus templos u órdenes. Y se auto-otorgan el título de “mentores morales de la humanidad”. Esos… ¡Fuera!.
Es que en nuestra España, ya comenzamos por Eva. Culpable de hacer caer a Adán en la tentación y de todo el posterior desastre que nos alejó del Paraíso. Culpable del Pecado Original. Todos los actuales padres y abuelos han crecido siendo obligados a repetir esa estupidez.
Y... así como para millones de católicos los judíos quedaron como culpables de haber matado a Jesús (y sin embargo, nadie ha propuesto borrar a los romanos de la faz de la tierra), para la Humanidad entera, la mujer, custodia de la esencia seminal de la familia, ha sido la causante del pecado. Por eso los católicos las tapaban y no dejan aún entrar a las iglesias con mangas cortas: ¿por qué? Porque ellas son culpables de excitarnos con sus hombros tan voluptuosos.
Leamos, simplemente, el famoso “Código Da Vinci”… Mucho de lo que se dice sobre el aplastamiento del concepto de la mujer es real. No lo repetiré ahora...
Sigamos por
la “fórmula” del matrimonio taaan moderno que tenemos. En algunos sitios de España, aún se utilizan
“las arras”, precio “simbólico” que entrega la familia del hombre a la de la mujer. En el altar, el padre hace solemne
“entrega” de la novia a su futuro “responsable”. Es un bien que se cede. Se da. ¿Las novias occidentales llevan velo? ¡No me digas! Claro, tanto criticar a las culturas “atrasadas” y resulta que nuestras novias
aún llevan velo que, antiguamente tapaba la cara de la desposada hasta el momento de la operación de compra-venta… perdón… casamiento. Así decía en un tango de los años 40... "La maté porque era mía".
¿Y aún creemos que son "fórmulas vacías", estas que
nos impone la religión?
NO. NO LO SON!.
Hay tanto horror en las historias absurdas con que los “propagadores de la religión” nos regalan los oídos cuando somos aún incapaces de pensar… Creemos en los Reyes Magos, en el Ratoncito Pérez… ¿Cómo no vamos a creer en que una virgen (que aún no tenemos ni idea de lo que quiere decir), parió a un niño sin haber sido fecundada?. Así, la humanidad creyó durante siglos que las ranas nacían de las piedras. Pero, llegó un día en que los seres humanos consiguieron dejar atrás esos siglos oscuros y negros de ignorancia, de quema de brujas y científicos, y consiguieron redescubrir… que la capacidad de pensar que nos puede dar un inicio de educación racional, convierte en cuento estúpido todo aquello que se consideró dogma Santo por años.
Y redescubrieron la ciencia, “quemada” durante siglos (desde el año 400 d.C) por los seguidores de San Cirilo de Alejandría junto con los casi 30.000 volúmenes de la biblioteca de Alejandría, donde, de paso sea dicho, desollaron a Hypatia, su Directora, una brillantísima y bella mujer científica, y la pasearon desnuda primero de ropa, luego de piel, y luego de carne, por toda la ciudad, como escarmiento. (sería interesante celebrar el día de semejante santo, 27 de junio, con actos de agravio hacia ese “padre y doctor de la Iglesia”) Quizás complementaría la conmemoración del 8 de marzo.
¿Queremos de verdad, que no se mate a más mujeres?. Impidamos que los insanos mentales que hablan en nombre de “su” Altísimo Único y Verdadero, sigan enfermando las mentes de las criaturas.
Hypatia, por Charles William Mitchell
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