Dos momentos. Dos instantes que significan tanto como la erupción de los más poderosos volcanes que pueden acabar con la vida en nuestro planeta.
Tan solo imaginemos la infancia de este niño, representante de la futura España intolerante. Y lo digo sin temor de equivocarme (aunque con enormes ganas de que así sea). Cuando una muñequita con oropeles significa tanto para ti, cuando una "virgen" te emboba de esta manera, es que sientes sinceramente y de verdad amor por esa idea, imagen muñeca, o lo que quieras ver en ello.
— Sergio Dantí (@SergioDanti) 23 de mayo de 2018
Y, para "redondear" la horrible perspectiva de futuro, otra gran alegría más. Entre una y la otra puedes insertar a los intolerantes de donde se te ocurra, de la religión que desees, del país que te imagines, del clan que te parezca. Que la Vida nos ayude, y ayude a nuestros hijos, a enfrentar este horror que nos rodea disfrazado de alegría.
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